En torno a las muelas del juicio hay una serie de cuestiones relacionadas con su origen, aparición o necesidad de sacarlas que muchas personas se plantean y a las que vamos a dar respuesta aquí.
Con las muelas del juicio suele pasar que nunca pensamos en ellas hasta que, de repente un día cualquiera, nos empiezan a molestar.
Y es que las muelas del juicio, también conocidas como terceros molares o cordales son las últimas piezas dentales que se desarrollan en nuestra dentadura y se puede dar tanto que pasen desapercibidas como que generen problemas a la persona en cuestión.
Lo mas habitual es que aparezcan entre los 18 y 25 años de edad, aunque pueden aparecer en edades más tempranas o más avanzadas e incluso no hacerlo nunca.
Y luego, cuando aparecen, cada situación es diferente: pueden molestar o no; pueden salir perfectamente o presentar dificultades para erupcionar; puede haber suficiente espacio para ellas en la boca o no haberlo... en definitiva, muchas dudas que vamos a intentar solventar a continuación.
¿Por que se llaman las muelas del juicio así?
Pues en este caso la respuesta si que es la evidente y está relacionada con la edad a la que suelen salir, como decíamos a partir de los 18 años de edad, que se supone que es cuando las personas ya tienen la cabeza mas centrada o "mas juicio".
Aunque por esa regla de 3, podríamos decir que si nos salen pronto es porque tenemos más juicio y si no nos salen es que no tenemos la cabeza amueblada... mejor no emitir "juicios".
¿Para qué sirven las muelas del juicio?
Otra pregunta que muchas personas se hacen es para que sirven las muelas del juicio si al final a muchas de las personas a quienes les salen hay que extraérselas.
Pues contra la creencia popular de su falta de utilidad, la realidad es que cumplen la misma función que el resto de las muelas, es decir, masticar y triturar los alimentos para facilitar su digestión.
De hecho, las muelas del juicio no se extraen así como así y solo en algunos casos concretos que veremos más adelante si se produce esta extracción.
Por otro lado la teoría de la evolución nos indica que estos dientes acabarán desapareciendo en la especie humana en el futuro por 2 razones clave.
Por un lado se está produciendo una progresiva reducción en el tamaño de nuestros maxilares, por lo que cada vez hay menos espacio para estos terceros molares.
Por otro lado hay que pensar que nuestra dieta actual es mucho más blanda que miles de años atrás, cuando estas muelas cordales podían tener una función mucho más necesaria a la hora de masticar determinados alimentos.
En definitiva, quizás los nietos de nuestros nietos nunca sabrán lo que son las muelas del juicio porque no las tendrán, pero mientras tanto nos toca lidiar con ellas.
¿Cuándo extraer las muelas del juicio?
Como indicábamos anteriormente las muelas del juicio deben de considerarse como el resto de los molares y por lo tanto su extracción solo es recomendable si las circunstancias así lo aconsejan.
En este caso es el odontólogo es que debe recomendar la exodoncia o no, una vez analizado el caso concreto del paciente.
Siendo necesaria la extracción, lo mejor es hacerlo a una edad lo más temprana posible, entre los 16 y los 22 años, ya que en estas edades la raíz aún no se habrá formado completamente por lo que la cirugía es más sencilla y la recuperación más rápida.
Y en cuanto a las propias circunstancias que hacen necesaria la extracción, estas son las más habituales:
Cuando no pueden emerger
Cuando las muelas cordales permanecen totalmente ocultas dentro de las encías y no pueden emerger o erupcionar normalmente hay que extraerlas.
La razón es que pueden provocar un quiste que dañe las raíces de las muelas anexas e incluso el hueso mandibular. Además en estos casos es frecuente la infección.
Si sólo erupcionan parcialmente
En otras ocasiones las muelas del juicio emergen sólo de forma parcial de la encía y como son de difícil acceso para su limpieza, se favorece la proliferación de bacterias e infecciones y como consecuencia la inflamación de las encías o la aparición de caries.
Cuando afectan al resto de dientes
Es bastante frecuente que las muelas del juicio salgan torcidas, creciendo en diferentes ángulos de la mandíbula, lo que condiciona la posición del resto de piezas dentales.
Hablamos no solo del apiñamiento o del daño de los dientes más cercanos, sino también de caries o necrosis de la pulpa en estos.
Por diversos problemas en la boca
También podría ser necesaria la extracción de las muelas del juicio si se presentan problemas en la zona tales como dolor, inflamación, aparición de quistes, daños en otras piezas dentales o caries extensa por ejemplo.
Cuando impiden realizar ciertos tratamientos
Finalmente hay ocasiones en donde no presentando dolor, habiendo espacio de sobra, ni generando problemas al resto de piezas dentales si que sea recomendable su extracción.
Sería el caso cuando interfieran en tratamientos como la colocación de una ortodoncia o de prótesis dentales.
¿Cómo se realiza la extracción de las muelas del juicio?
Una vez que nuestro dentista ha recomendado la extracción de una o varias muelas del juicio, se realiza la intervención por parte de un cirujano especialista.
Dicha intervención solo requiere normalmente de anestesia local, aunque de cara a controlar la ansiedad del paciente se puede también optar, por ejemplo, por la sedación consciente.
Cuando la anestesia ya ha hecho efecto se puede proceder a extraer ya la muela, que si está fuera se suele hacer por completo utilizando un fórcep especifico.
Sin embargo, si la muela es difícil de extraer o cuando está oculta o semi-oculta en la encía, puede ser necesario realizar una incisión en la encía, partirla en varios trozos y hasta extraer la parte del hueso maxilar que pueda bloquear el acceso a la raíz de la muela.
Extraída la muela se sutura la zona con puntos convencionales que retiran a entre 7 y 10 días después o con puntos reabsorbibles que se caen solos.
¿Tiene riesgo la extracción de las muelas del juicio?
Como cualquier intervención quirúrgica siempre pueden existir riesgos, como una infección que en todo caso es muy controlable con la prescripción de analgésicos, antiinflamatorios, antibióticos o enjuagues para los días siguientes a la intervención.
Otro de los miedos que tienen algunos paciente es a que se pueda dañar el nervio dentario durante la intervención.
Este tipo de daños se pueden dar cuando las raíces de las muelas del juicio están cercanas y en contacto con este nervio que discurre a lo largo de la mandíbula.
Sin embargo con tecnologías como la CBCT (Cone Beam Computed Tomography o Tomografía Computarizada de Haz Cónico) con la que contamos en nuestra clínica, podemos obtener imágenes en 3D de los dientes, los tejidos blandos, los huesos y los nervios, minimizando el riesgo.
Tras la extracción de la muela del juicio y durante las primeras 24 horas algunos de los consejos más recurrente para el paciente son: no escupir, no cepillarse los dientes ni enjuagarse la boca.
En los días siguientes si que es importante la higiene bucodental en la zona, ya que ayudará a que los puntos no se infecten. Lo que no debemos es realizar ejercicio físico intenso, ni fumar o beber líquidos muy calientes durante este periodo de recuperación.
Esperamos que con este post os hayamos aclarado todas las dudas que pudierais tener con respecto a las muelas del juicio.
¿Tienes más? Pásate por nuestra clínica dental en León y te atenderemos encantados.
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